El viejo
El columpio
La familia que se ha ido
Un señor llamando por el móvil
Dos hombres hablando
Estoy en un parque
Me gusta este parque en verano. Siento el metro porque vibra el asiento. La mesa es de metal, es un tablero de ajedrez, pero ya casi no se ve el dibujo.
Había un grupo de tíos de unos 25 años en otra mesa como esta. Eran todos extranjeros. Les preugnto si pasan porros. Me ofrecen Marihuana. Una bolsa mínima por 10 euros. Ni hablar. Ahora me arrepiento. Pienso en el sabor de la yerba...en su olor...en la voladura de cabeza...en la ausencia de necesidad de hacer algo. La pérdida del estrés, la activación de la mente. La mente se basta a sí misma. Necesita como mínimo y sólo en ocasiones otra mente también ida, también volada.
El banco de Banesto que hay enfrente de mí, me resulta un extraño aquí. Aquí no pega. No cabe.
Sólo cabe el chino...
El viejo
El columpio
La familia que se ha ido
Un señor llamando por el móvil
Dos hombres hablando
Estoy en un parque
La sensación es de silencio, aunque se oigan los coches por el paseo de las delicias. Las persianas están bajadas, los vecinos duermen o ven la tele. Parece que ahora nadie sufre. Parece que caga hogar está en calma.
Parece que cada hombre lleva su camiseta interior de tirantes blanca y tiene los pies en alto. Parece que cada mujer lleva su vestido de estar por casa en verano. Parece incluso que la tele habla flojo.
Parece que cada cuerpo joven está ante otro sin camiseta. Y que el reflejo de una luz tenue define la silueta de sus músculos.
Ha cerrado el chino. Me voy a mi casa.
(24/07/07)
He vuelto!
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martes, noviembre 13, 2007
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